ARTE EN PANDEMIAFOGÓN CULTURAL

Roxana Miranda Rupailaf, Poeta

Describe brevemente lo que es y ha sido tu trabajo como poeta.

Mi trabajo como escritora comienza tempranamente desde los 12 años que participaba de eventos y concursos literarios. Luego, mi primera publicación es el libro Las Tentaciones de Eva, el año 2003, desde esa fecha puedo indicar que he tenido un trabajo constante dentro del ámbito literario y, también, en la gestión cultural. Creo que la escritura y la voz poética es una reflexión muy personal, pero a la vez colectiva, por lo que para mí son vitales los encuentros de escritores, los diálogos y las propuestas territoriales que puedan surgir de los mismos.

Cuenta cómo te iniciaste en la escritura. ¿Cuándo y cómo empezó a gustarte?

La escritura surge en mí a partir de un evento trágico cómo es la muerte de una amiga con la cuál tuvimos un accidente en la esquina de mi casa. Tuve una infancia triste y solitaria, por lo que, una profesora me recomendó escribir lo que sentía, lo que me pasaba, y lo primero que relaté fue mi amistad con Deysi, comencé a reflexionar sobre la vida y la muerte, muy tempranamente. Luego, vinieron los libros y las lecturas de quioscos, en ese tiempo había dos quioscos cerca de mi casa y me obsesioné con la colección de libros zigzag y soluciones escolares. Siempre tuve el apoyo de profesores y de compañeras y compañeros que creían en mi trabajo.

¿De qué manera ha afectado la pandemia tu vida normal y tu trabajo creativo?

Creo que principalmente mi trabajo se ha visto afectado, en el sentido, de no tener la posibilidad de viajar a algunas lecturas. Tuve invitaciones que no pudieron concretarse. Luego, la soledad me llevo a escribir algunos relatos. Escribí mucho en pandemia, pero también estuve bastante sola. Fue un período difícil de sobrellevar anímicamente.

Describe cómo son tus días en este tiempo de coronavirus. ¿Escribes, no escribes? ¿Lees, qué lees, a qué hora?

Sí, escribo, de hecho. Publicamos Zewpe Mapu en pandemia y en marzo se publica Kewakafe; también me tocó comentar libros de otros escritores. Realicé muchas lecturas a través de la plataforma zoom. Tenemos un colectivo que se llama «Letras en resistencia» y nos ganamos un fondo con el cual grabamos 13 cápsulas de artistas de Osorno en plena pandemia. Eso fue un desafío tremendo porque estábamos en cuarentena y la difusión la hicimos en redes sociales. Por el canal de Osorno igual están transmitiéndose ahora. Luego, nos adjudicamos un fondo de emergencia que nos ha permitido realizar diversos talleres artísticos en juntas de vecinos de la ciudad. “Cartografía de las artes del Chaurakawin” se titula ese proyecto. Entonces, pese a la pandemia, nos hemos reinventado como colectivo.

En lo que respecta a libros leídos en pandemia, Poeta chileno de Alejandro Zambra, Los animales por dentro de Pablo Paredes, Animitas de Yeny Díaz Wenten, Una mujer sola siempre llama la atención en un pueblo de Natalia Figueroa y la obra completa de Natalia Berbelagua, entre otros. Me dediqué a comprar libros a los escritores a través de encomienda y, bueno, yo también  vendí muchos libros de ese modo. Fue como regresar a mandarse cartas y discos por correo.

¿Crees que cambiará algo el ambiente y el desarrollo de la actividad literaria en el sur de Chile cuando volvamos a la normalidad? ¿De qué manera?

Creo que estamos siempre pensando en formatos híbridos, quizás eso no lo hacíamos antes. Nosotros desde hace tres años realizamos un ciclo de Poesía que se llama Santo Laurel, y desde octubre hemos retomado dicha actividad con aforo y  cuidados respectivos, y además, realizamos transmisión en vivo por youtube. Creo que estamos constantemente pensando en plataformas digitales y la pandemia nos hizo ejercitar y diversificar nuestras formas de promover la lectura y los libros.

¿Qué lecturas has retomado? ¿Qué aconsejarías leer en estos días?

He retomado lecturas clásicas pendientes como la obra completa de Marta Brunet, los diarios de Susan Sontag y el trabajo literario de Bruce Lee, entre otros y otras. Mis recomendaciones tienen que ver más que todo con pulsaciones personales como, por ejemplo, descubrir los relatos orales y la historia territorial. Saber desde dónde emerge nuestra escritura, darle anclaje y desde ahí mirar las otras literaturas. Actualmente, yo escribo un texto sobre boxeo lo que me ha llevado a descubrir autores y autoras desconocidas para mí, entonces, la literatura que uno lee tiene también que ver con una búsqueda personal. La curiosidad es la clave.

Un poema de Roxana Miranda Rupailaf

Repito este mi rezo

por si vienes.

Aquí, frente a las olas

me arrodillo.

Invoco tus cabellos

anudados por la sal.

Espero a que aparezcas

en la tercera ola niño-pez.

Que me trague el mar.

Que me lleven desnuda por la espuma.

Y allí, donde entre piedra venga arena.

Espero me ilumines en la tercera ola.

Ya sabes que son tres los arco iris

derramados en el aire.

Ya sabes que me duermo entre las rocas

esperando que aparezcas.

Repito este mi rezo

hasta que vengas.

Envuelto en esas algas que te crecen

desde el sueño a la tristeza

El Arte en Tiempo de Pandemia: Dr. Carlos Trujillo

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