Con profunda alegría hemos conocido la feliz noticia que el Pleno de la Convención Constitucional aprobó la creación de la Región de Chiloé, sentida e histórica aspiración de la gente de estas tierras, quienes ven concretar la posibilidad de tomar sus propias decisiones y contar con sus autoridades.
Porque sabemos de postergaciones, centralismo, abandono, estamos con todos nuestros vecinos para levantar esta sentida aspiración del territorio insular.
La norma aprobada indica que se realizará un plebiscito vinculante en Chiloé y, de aprobarse, en el plazo de un año deberá conformarse la nueva unidad territorial.
Llamó mi atención que, en primera instancia, esta iniciativa popular no fuera acogida, pero hubo una reacción positiva, tanto de convencionales como de representantes de este territorio, para ofrecer hoy una nueva realidad, más ajustada a las necesidades y sentir de la sufrida gente de esta zona austral.
En lo personal, enviar un abrazo a cada vecino y vecina, contento, alegre, de saber que desde ahora depende de ellos crecer y desarrollarse.
Chiloé desde su incorporación a Chile nunca tuvo antes esta puerta abierta a su historia para pensar y sentir su futuro de forma propia, con esas anchas avenidas de dignidad, solidaridad e inclusión que tantas veces le fueran negadas.
Hoy celebramos, yo me uno a ese coro de abrazos, porque si alguna vez hubo magia en Chiloé, sin duda será convertirse en región el mejor regalo para estos corazones nobles y patriotas que han harán más grande a Chile desde hoy.
