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Un año de pandemia en Chiloé

Una Columna de Opinión de Luis Ferrada Christie, Doctor y Magister en Gestión en Salud.

Ya ha transcurrido casi un año desde que la pandemia del nuevo coronavirus ataca a nuestra Provincia de Chiloé, en este periodo, ha habido más de 9000 personas que han resultado positivas a coronavirus, muchas han estado gravemente enfermas y felizmente se han recuperado, pero también hemos tenido que lamentar fallecimientos que han significado un dolor irreparable para sus familias, amigos y comunidad; para quienes van mis más sinceras condolencias.

Desde un inicio, el sector salud provincial ha estado enfrentando la pandemia,  los funcionarios de salud han debido realizar esfuerzos extraordinarios para disminuir el impacto de la misma,  la atención primaria ha desplegado sus mejores y mayores esfuerzos para realizar el control en la primera línea de defensa, con el fin de que el número de personas que requieran hospitalización sea el menor posible, de tal manera que los funcionarios que trabajan en los hospitales y especialmente en  las unidades de pacientes críticos, puedan dar abasto y atender adecuadamente a cada una de las personas que se hospitalizan.

El trabajo realizado por el personal sanitario ha sido de una calidad, dedicación, compromiso y envergadura, que hace necesario una mención especial de felicitaciones y agradecimientos de parte de todos quienes vivimos en este archipiélago. 

También, se ha debido rápidamente incrementar el número de camas críticas, lográndose que en el Hospital de Castro se aumente  de 5 a 40 camas e instalándose  por primera vez  6 camas críticas en el Hospital de Ancud;   también se ha reforzado y complejizado la atención en los hospitales de Achao, Quellón y Queilen con el objetivo de atender pacientes con requerimientos de Oxígeno, todo esto gestionado en red, lo que  ha permitido atender a todos quienes han requerido ser hospitalizados por COVID-19, debiéndose realizar muy pocas  evacuaciones preventivas y estas  siempre con el objetivo de mantener camas disponibles y nunca por colapso hospitalario.

Las estrategias planificadas y ejecutadas con el fin de contar con más camas básicas, como ampliaciones de la Hospitalización Domiciliaria y la implementación de extensiones hospitalarias en internados escolares, ha permitido estar preparados para un eventual aumento de necesidad de camas.   

Sin embargo, también debo reconocer que podría haberse hecho aún más en términos de proteger a nuestro Archipiélago, esto basado en las evidencias y conocimientos obtenidos de las buenas estrategias y el resultado de su implementación en regiones del mundo en que la pandemia atacó primero y que de esta forma se constituyeron en una “ventana al futuro”, como por ejemplo, el fortalecimiento del control sanitario al ingreso con la exigencia de la aplicación de un  test, esto con el objetivo de evitar que se incremente tan rápidamente la carga viral dentro de la Provincia.

Para las atenciones de salud no COVID-19, se han mantenido las unidades de emergencias hospitalarias con sus servicios de urgencia y pabellones quirúrgicos disponibles y funcionando ininterrumpidamente, se ha priorizado las atenciones médicas y quirúrgicas que no pueden esperar, como las atenciones por Cáncer y también aquellas que se pueden agravar en la medida que pasa el tiempo.

Sin embargo y a pesar de lo señalado, existe una postergación de atenciones de salud de miles de personas que permanecen en listas de espera y que dada la situación de pandemia han debido ser pospuestas, para ello se están desarrollando proyectos que aumentan  pabellones quirúrgicos, salas de hospitalización de mediana complejidad, unidades de cuidado intensivo permanentes, nueva implementación y estrategias que aumenten el número de atenciones médicas ambulatorias, de esta forma estar preparados para cuando la intensidad de la pandemia lo permita, reiniciar rápidamente la atención de las personas que esperan por una o más prestaciones de salud.

Con el fin de darle celeridad a la tramitación a estos proyectos, se requiere que autoridades y parlamentarios den su apoyo explícito y decidido, realizando gestiones al más alto nivel para priorizar estas justificadas demandas, alineándose con las autoridades de salud provincial y asumiendo como propios, los proyectos que han sido desarrollados con fundamento clínico y basados en evidencias.

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