Hace 218 años, bajo el mandato de José Miguel Carrera, se promulgó el primer Reglamento Constitucional de nuestra historia, siendo aún una incipiente nación, el que fue ratificado mediante un plebiscito. En su Artículo II, señalaba “El pueblo hará su constitución por medio de sus representantes”.
Hoy, ya como nación consolidada, tenemos la oportunidad histórica de cumplir con ese llamado este 25 de octubre. Al votar APRUEBO, elegimos, libre y soberanamente, cambiar la actual Constitución por un nuevo acuerdo; uno que cambie la forma en que los ciudadanos, “el pueblo” se relaciona con el Estado. Esa forma de relacionarse, la establecerán los Constituyentes, grupo de ciudadanas y ciudadanos elegidos para redactar la nueva Constitución.
Sin embargo, no basta solo querer cambiarla actual Constitución, sino que es importante que, quienes la redacten también sean elegidos para ello, es por eso que junto con el APRUEBO de la primera papeleta, votemos en la segunda papeleta por CONVENCIÓN CONSTITUCIONAL, de esta forma, elegimos que el 100%, de aquellos que luego redacten esta nueva Constitución, sean electos para este fin. Pero además de esto, debido a los acuerdos alcanzados se ha establecido que el 50% de ellos será mujer y el 50% hombres, consagrando así una paridad de género real. También, se ha acordado establecer cuotas para los pueblos originarios, los que deberán cumplir el mismo criterio.
La opción es Convención Mixta, que no es otra cosa que elegir al 50% de los representantes con el criterio señalado y el otro 50% es designado por los Diputados de entre ellos.
Este proceso no es nuevo, el año 1978 hubo un plebiscito para reconocer la legitimidad del gobierno, en 1980, se plebiscitó la actual constitución y finalmente, en 1988 se realizó el último plebiscito, el que ha diferencia de los 2 primeros se desarrolló con un padrón valido con una alta participación. Claro que ganó la opción NO, lo que significó el inicio del proceso democrático que hoy tenemos. Hubo miedo por parte de la gente, miedo a que no se reconociera el resultado; miedo a que ganar el SI; miedo, en fin, a las consecuencias de que llegara la democracia.
Hoy también existe miedo, esta vez a una pandemia que nos amenaza y que nos tiene recluidos, confinados o con mi movilidad restringida. El temor a enfermarnos es real, es por ello que debemos tomar las medidas necesarias para votar ese día. El Servel ya las tomó, habrá personas para tomarnos la temperatura al acceder a los locales de votación, se ha permitido llevar un lápiz para no tener contacto con el usado por otros, pero también habrá lápices para aquellos que no lo lleven, habrá alcohol gel para limpiarnos las manos y horarios especiales para aquellos votantes de mayor riesgo.
La invitación es entonces para concurrir a votar en esta jornada épica en la que, por segunda vez en nuestra historia el pueblo derrotará a la dictadura, en 1988 fue a su creador, este 25 será su Constitución la que será derrotada. Los jóvenes no pueden dejar pasar esta oportunidad de marcar su historia con un lápiz. Muchos lo hicimos en 1988 y este 25 lo confirmaremos, a ustedes les toca ser parte de la historia y cumplir la visión de José Miguel Carrera.