Plantean la necesidad de una nueva casa de acogida para mujeres víctimas de violencia
La agrupación social Mujeres Luchando por Mujeres de Castro ha levantado una urgente demanda por la construcción de un nuevo espacio de acogida para mujeres víctimas de violencia en la provincia de Chiloé.
Señalan que la falta de un lugar seguro retrasa el apoyo a quienes enfrentan situaciones críticas, lo que ha obligado a algunas afectadas a buscar refugio en casas particulares, exponiéndose a riesgos adicionales.
Aunque la problemática ha sido presentada ante autoridades regionales y municipales, aún no se han concretado avances. Se espera que pronto se proyecte la construcción de un centro de protección, con la idea de financiarlo a través de fondos del CORE, mientras la comunidad sigue esperando una respuesta efectiva.
NECESIDAD
Doraliza Millán, presidenta de la agrupación, indicó que la realidad que vive la comuna en esta materia hace necesaria la construcción de un espacio que acoja a mujeres víctimas de violencia.
“Vemos una tremenda necesidad, que desde los mismos Carabineros nos han manifestado, porque ellos deben andar con mujeres víctimas de violencia, niños en los furgones, y haciendo otros procedimientos porque no tienen dónde dejarlas. Vemos esto y estamos hace 6 años luchando por esto, no solamente en Castro, sino en toda la provincia”, expresó.
Según explicó, hay cifras regionales que indican que en lo que va de 2024 en la región se han registrado 16 femicidios frustrados. Además, se cuentan durante el 2023 cuatro feticidios consumados.
La vecina castreña apuntó a que el trabajo de su entidad las ha llevado a intervenir en otros puntos y comunas de Chiloé, y en este recorrido se ha notado la necesidad de sumar nuevos espacios de resguardo y protección. Agregando que, si bien hoy existe una casa transitoria en Ancud, esta no es suficiente para las necesidades que existen.
“Nosotros trabajamos directamente con mujeres violentadas y vemos cómo tampoco las podemos ayudar en esa área, sabiendo que están necesitadas de apoyo y no tienen un lugar donde acogerse. Existe una casa en Ancud, pero tiene cupos para solo 5 mujeres que están en riesgo de muerte, pero no se imaginan cuántas mujeres no hacen denuncias porque no tienen dónde quedarse junto a sus niños. Nos parte el corazón, y muchas veces hemos tenido que acogerlas en nuestras propias casas, arriesgando que el marido o pareja venga a agredirnos”
expresó.
SE HA PLANTEADO
La dirigente señaló que, efectivamente, esta situación se ha planteado en distintas esferas, tanto en los ministerios respectivos, consejeros regionales y, la última de ellas, en el concejo municipal, pero hasta el momento no hay avances significativos.
“La tasa de violencia es altísima, y hemos hecho este llamado. Hablamos con la seremi, y nos planteaban que no era necesario tener otra casa en Chiloé, pero en todos los lugares donde hemos estado tienen el mismo problema de violencia hacia la mujer, donde no hay un punto de acogida. Se lo presentamos el año pasado en Quemchi a los Cores, y nos señalaron que recursos había, y que solo falta presentar un proyecto; por eso fuimos a los concejales y al alcalde”, expresó.
Según explicó la dirigente, tras la reunión se generó un compromiso con el concejo para desarrollar la proyección de una construcción que tenga las características necesarias y levantar un anteproyecto.
“Hay que buscar el terreno; los recursos podrían estar a través del CORE, por eso acudimos al municipio. Ellos deben ser parte de este problema, y luego ver el tema de los profesionales. Para nosotros es algo muy difícil, pero a la vez muy importante esta casa transitoria”, cerró.
En esta línea, el Concejal Jorge Borquez señaló que urge acelerar las gestiones para construir un refugio seguro para mujeres víctimas de violencia en la provincia e hizo llamado a acelerar las gestiones. ”Es fundamental que se activen todas las instancias necesarias para concretar este proyecto en el menor tiempo posible. No podemos esperar que mueran más mujeres en la isla. Este proyecto no solo es una necesidad urgente, sino también un compromiso ético y moral con las mujeres de Chiloé que merecen vivir libres de violencia.”