
A fines de los 60, Nelly Alarcón comenzó a elaborar vestidos y abrigos de sabanilla, material que en Chiloé se usaba para frazadas y alfombras. En Santiago, logró notoriedad después de ser descubierta por revista Paula y, en 1972, llegó a París, donde tuvo un encuentro con Neruda, y Pierre Cardin la invitó a integrar su taller de alta costura, pero rechazó la propuesta y regresó a su Castro natal.
Junto a este reconocimiento también se sumó a dos mujeres tejedoras de Quemchi, Adriana Tureuna y Rosa Maldonado, quienes trabajaron junto a Nelly Alarcón vendiendo sus productos a esta destacada artista chilota de prestigio internacional.
Nelly Alarcón se mostró agradecida por el reconocimiento señalando que “el mejor regalo que una persona puede recibir es el agradecimiento y la unión de corazón con artesanas del territorio con las que he podido trabajar y fueron fundamentales para poder colocar la estética de Chiloé en el plano internacional”, manifestó.
Ana Rosa Maldonado, con 50 años de experiencia en el oficio, se mostró agradecida por este reconocimiento recalcando “la importancia de que se pueda valorar el trabajo de las(os) artesanos(as) porque es una tradición de Chiloé que en algunos periodos ha estado en caída”, puntualizó.