
Se trata de una joven deportista chonchina que falleció antes de ser evaluada por un especialista luego de ser asilada tras contagiarse de Covid-19 al interior del Hospital de Castro. En tanto, en Quellón, familia de otra paciente fallecida en circunstancias similares irá a la justicia alegando que se configuraría una grave negligencia en su caso.
Dolor, impotencia y molestia existe entre los familiares de Mariela Alvarado Triviño (39), quien falleció en Castro a la espera de una evaluación médica y tratamiento por parte de un oncólogo tras la detención de un sarcoma. Familiares apuntan hacia el Hospital de Castro, ya que se contagió de coronavirus al interior del centro asistencial, situación que impidió su traslado a Puerto Montt para iniciar un tratamiento.
Paralelamente, familiares de Alejandra Espinoza (47), paciente oncológica fallecida este jueves en Quellón, anunciaron que iniciarán acciones legales, tras una situación similar. Debió ser aislada luego de contagiarse de Covid 19 en el hospital de la capital chilota, sin poder iniciar un tratamiento por el cáncer recientemente diagnosticado y que finalmente le quitó la vida.
COVID Y FALTA DE TRATAMIENTO
“Estamos muy decepcionados, demasiadas cosas se dieron, que fueron por debajo, muchas veces nos enteramos de situaciones por cuenta nuestra y no directamente del hospital. Hoy estamos muy decepcionados del hospital, ella nunca recibió un tratamiento por la enfermedad base que tenía, que era un tumor cancerígeno”, señaló Nelson Triviño, primo de la joven chonchina quien falleció la mañana del pasado 8 de diciembre.
Según informó la familia, todo se inició en el mes de julio cuando debió ser hospitalizada en el Servicio de Cirugía producto de las molestias que presentaba. Con el objeto de precisar la dolencia fue trasladada al Hospital de Osorno para toma de una biopsia, la que no habría sido tomada correctamente, no arrojando un diagnóstico claro, debiendo ser derivado el examen a Puerto Montt.
En septiembre fue ingresada al Comité Oncológico del Hospital de Castro, con un diagnóstico de Sarcoma de origen desconocido en su muslo derecho, siendo hospitalizada entre el 1 y 17 de septiembre, luego de lo cual fue dada de alta. Con el correr de los días ingresa al Servicio de Medicina el día 26 de septiembre por una septicemia (infección), motivo por el cual se agravó su situación.
Paralelamente la familia inició gestiones y los trámites necesarios para que la joven pudiese recibir una evaluación oncológica en el Hospital de Puerto Montt. Recién el 6 de noviembre le fue agendada una hora, la que fue suspendida el día anterior ya que la especialista se encontraría en una capacitación. “Estábamos contentos porque se iba a su evaluación y el tratamiento paliativo para que pueda mejorar su calidad de vida, entonces, el día anterior, a las 11 de la noche nos enteramos por medios propios de que la evaluación se había suspendido porque la oncóloga tenía una capacitación y había sido mal agendada, y no era posible la evaluación. Nosotros mismo informamos al hospital y ellos corroboran la información, y que el traslado no se iba a hacer”, expresó.
Ante la insistencia de la familia la revisión fue reagendada para el día 13 de noviembre. Tenían todo preparado para acompañarla, sin embargo, tampoco pudo asistir. “El día 11 de noviembre nos informan que a Mariela se le hizo un PCR y salió positivo para covid. Quedamos sorprendidos, porque para nosotros era imposible que eso pasara, primero porque era una paciente oncológica, con cáncer, y se suponía que estaba en aislamiento. No nos explicamos cómo se contagió si se suponía que estaba en aislamiento. Ahí empezaron las dudas, solicitamos conversar con el médico para ver lo que había pasado (…) La respuesta fue que se había contagiado con otra paciente en la misma sala en que ella estaba. O sea, no estaba en aislamiento”, apuntó.
Naturalmente esto implicó la preocupación de los familiares y solicitaron una reunión con los médicos tratantes y la dirección del hospital, oportunidad en que pidieron una investigación para aclarar el contagio. No obstante, producto de la infección por covid no pudo ser traslada para su evaluación, alargándose el inicio de un tratamiento para su condición. Debió quedar hospitalizada en el Servicio Covid-19 del centro asistencial de castro, donde permaneció 24 días.
“Estuvimos esperando los días de cuarentena para volver a solicitar la evaluación en Puerto Montt, pasaron los 11 días, los 14 días, después nos dijeron que no podíamos salir porque los pacientes oncológicos tienen que estar 21 días en cuarentena. Nos dijeron que no nos preocupáramos, que era un paciente asintomático y seguíamos teniendo la esperanza de la hora (médica) para que pudiera tomar un tratamiento (…) Se nos dio una hora para telemedicina el miércoles 9 de diciembre, pero mi prima no alcanzó a llegar, falleció el día 8 esperando su evaluación que nunca llegó y murió sufriendo bastante. Perdimos un mes con mi prima en la sala covid”, expresó Triviño.
AUDITORIA MEDICA
Ante estos antecedentes, la familia concurrió al centro asistencial para conversar con el médico tratante y solicitar una auditoria médica sobre lo ocurrido para aclarar el contagio de la joven, sin embargo, no hubo respuesta para hacer la petición bajo los conductos regulares. “Hasta el día de hoy estoy esperando reunirme con el doctor para solicitar una auditoría formal, ya que la primera vez cuando me reuní con la Dirección, donde estaba presente el doctor que realiza las auditorías y solicité si me podía informar lo que había pasado. Entonces, como no hemos recibido respuesta, tomamos la decisión como familia de solicitarlo y todavía estamos esperando que el doctor me atienda. Yo creo que no se le dio la importancia que merece este caso, y así como le pasó a Mariela le puede pasar a otra persona”, dijo Nelson Triviño.
A esto suma lo ocurrido este sábado, que causó molestia en la familia, luego que la Seremi de Salud informara que su fallecimiento se produjo por covid. Desde la familia indican que la información de las autoridades de salud es al menos contradictoria. Esto ya que el certificado médico de defunción, indica como causa principal de su deceso un Choque Cardiogénico. A eso se suma una falla orgánica múltiple y carcinoma escamoso moderadamente diferenciado.
Con todo, Nelson Triviño manifestó total decepción por cómo se abordó la enfermedad de Mariela y pedirán una respuesta a las autoridades del recinto asistencial, y no descartan una futura acción legal sobre el caso. “A lo mejor, si no se hubiese contagiado con coronavirus, quizá ahora Mariela estuviera recibiendo un tratamiento, quizá estaría con su hija de 4 años, era una mujer joven. Entonces nosotros siempre quedamos con la sensación de que se pudo haber hecho algo más, de que hubo cosas que no tuvieron que haber pasado, de eso estamos claro (…) Perdimos 24 días que mi prima pudo haber estado recibiendo un tratamiento, en el cual podía haber estado en su casa disfrutando de sus hijos, papá, hermanos o pareja. Mi prima entró caminando al hospital y salió fallecida, envuelta en una sábana”, expresó.
ACCIONES LEGALES
Paralelamente, la familia de Alejandra Espinoza (47), paciente oncológica de Quellón, anunció acciones legales tras su fallecimiento por Covid-19 el pasado 10 de diciembre. Recordemos que hace una semana El Insular informó que sus cercanos habían recurrido a la Corte de Apelaciones de Puerto Montt para exigir su traslado al Hospital Base de Puerto Montt para que sea evaluada por un especialista y así iniciar el tratamiento correspondiente para el cáncer que prestaba.
La mujer habría contraído coronavirus tras ser ingresada al Hospital de Castro debido a su condición de base y se mantenía internada en el Hospital de Quellón. Además, familiares acusaron negligencias tras una cirugía de emergencia desarrollada en el centro asistencial de la capital provincia.
El certificado de defunción señala como causa principal que su deceso una insuficiencia respiratoria aguda y neumonía grave. Además, indica como accedentes concomitantes un cáncer de recto en etapa 4 y el antecedente de infección por Covid -19.
“Seguimos creyendo que si las cosas se hubieran hecho bien mi prima estaría viva. También sabemos que ella tenía un cáncer, pero si no se hubiera contagiado de covid en el Hospital de Castro, como fue lo que ocurrió, ella quizá podría estar pasando su último tiempo al lado de su familia, de sus hijas, de su esposo, cosa que no ocurrió y por eso estamos muy desilusionados del sistema de salud, del sistema judicial, porque nunca llegó la respuesta, tramitaron demasiado el recursos de protección, que vamos a tener que retirar porque no hay nada que proteger, ella está muerta”, expresó Margarita, prima y vocera de la familia.
Agregó que tomaron la decisión iniciar acciones legales para buscar responsabilidades y que se aclare lo ocurrido en el caso de Alejandra, ya que desde su punto de vista hubo negligencias y falta de protocolo. “Cómo una persona porque tiene cáncer no pude estar en un ventilador o morir dignamente, esa son las cosas que producen pena, rabia, y por eso quisiéramos buscar responsabilidades en esto, porque encontramos que las cosas no se hicieron bien, todos los procedimientos que se hicieron con ella fueron horribles y obviamente tenemos todos los respaldos, los audios que nos enviaba, los certificados de todo lo que ocurrió. Queremos tomar acciones, pero no por una indemnización material, sino que para que no le vuelva a ocurrir a alguien más, porque esto suma y sigue”, expresó.
En este contexto, coinciden con la visión de la familia de Chonchi en cuanto a los cuestionamientos por el aislamiento de las personas inmunodeprimidas en el centro asistencial. “Porqué se contagió. Cómo es posible si ahí entra sólo el personal que trabaja, no nos explicamos cómo se transmitió el virus (…) uno se pone en el lugar de la gente de salud, se entiende que están colapsados, pero por sobre todas las cosas no pueden dejar de ser humanos, mirarlos como si fuera un familiar de ellos”, expresó. Agregó que el no poder despedirse de su familiar, debido a los protocolos asociados personas que fallecen con la enfermedad solo acrecienta el dolor de sus cercanos. “A través de la demanda queremos averiguar porqué cambió tanto la evaluación inicial a lo que dijeron después lo médicos, porque fue una seguidilla de situaciones que se hicieron mal, que después provocaron que mi prima muriera, porque en un principio el médico le dijo que no se preocupara que estaba a tiempo y que el cáncer se podía curar, pero hoy dejó solos a su hijas y esposo. Eso es lo que una busca con las acciones legales, que las cosas se esclarezcan para que no le vuelva a pasar a otra persona, porque es terrible”, concluyó.