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Dirigente Roberto Solis: “Nos hemos convertido en el patio trasero de la zona industrial”

La preocupación de los vecinos está sobre el daño ambiental que producirá el último vertimiento de lodos en el lugar.

La preocupación de los vecinos está sobre el daño ambiental que producirá el último vertimiento de lodos en el lugar. Acusan que el sector es la zona de sacrificio de Chiloé y que la institucionalidad ambiental no es insuficiente para evitar que se siga dañando el medio ambiente.

El vertimiento de una gran cantidad de riles desde el vertedero Industrial Corcovado a un estero del sector de Mocopulli, en Dalcahue, generó la natural preocupación entre sus habitantes, pero también revivió la sensación de desprotección ambiental con la que han convivido por años los vecinos de este punto de Chiloé.

La empresa sindicada como causante problema se encuentra actualmente con un plan de cierre vigente sancionado por la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA). Fue la misma entidad que a mediados de esta semana constató, junto a los vecinos del sector, el vertimiento de lixiviados y lodos presentes en una gran extensión del afluente. Este último desemboca al río Carihueico, el que a su vez va a dar al río Chepu, curso de agua en que se ubica un humedal recientemente declarado Santuario de la Naturaleza. El daño a la flora y fauna es grande,dicen los vecinos.

Por años Mocopulli concentró la operación de casi la totalidad de los vertederos industriales de la provincia, sitio donde paraban los desechos de las empresas acuícolas y de otras industrias presenten en la isla. El temor es que hoy estos recintos vuelvan a operar a pesar del historial de irregularidades que existieron mientras operaron.

MOCOPULLI: UNA ZONA DE SACRIFICIO

Roberto Solis, presidente del Comité de Medio Ambiente Mocopulli Sur, señala que la comunidad del sector está preocupada por el último episodio, y decepcionada por cómo se ha manejado las denuncias de malas prácticas y daños ambientales en los vertederos a través de los años.

“Hace uno años, cuando este vertedero operaba (Corcovado), era una práctica habitual la descarga de lodo hacia este estero, de manera impune y dolosa incluso, como así lo grafican las imágenes y videos que tenemos de aquellos años. Ahora, no entendemos qué habrá pasado. Sabemos que están con un plan de cumplimiento exigido por la SMA que debería estar fiscalizando que se realice de buena manera, pero vemos que ambas cosas han fallado. Ahora tenemos que lamentar que lo que la naturaleza en 9 años había logrado limpiar, en un par de horas se convierte en un desastre ambiental sin proporción”, expresó.

¿Se sienten como la ‘zona de sacrificio’ de Chiloé?

Es lamentable. Pero eso también obedece a vacíos legales. Cuando se presentan proyectos de apertura o reapertura de vertederos, el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) evalúa de acuerdo al proyecto. Las observaciones que pueda hacer la ciudadanía solo debe referirse al proyecto en sí y deja fuera todo el contexto territorial. En el caso de Mocopulli, estaría la intención del (vertedero) Resiter de reabrir. Nosotros debemos hacer observaciones al proyecto y no es válido argumentar que al lado está el vertedero municipal de Castro con observaciones de la SMA, o también el Vertedero Acorser que dispuso la basura (domiciliaria) de Ancud por casi 8 meses. Lamentablemente es así como se forman las zonas de sacrificio.

¿Hubo falta de fiscalización?

Son varios factores los que en han transformado a Mocopulli en una zona de sacrificio. Tanto los industriales, por sus faltas en relación a su funcionamiento, como las autoridades y organismos públicos que no fiscalizan de manera correcta estos mismos vertederos, sumado a los vacíos legales que facilitan la aprobación de estos vertederos, como los que existen acá.

Entonces, la institucionalidad no ha funcionado

Indistintamente del Gobierno, y a éste lo hemos escuchado mucho, hablan de no generar zonas de sacrificio, pero no han promulgado ninguna ley en beneficio de eso. Un claro ejemplo de ello es que el proceso de participación ciudadana no es vinculante, es meramente observacional. El servicio de evaluación no va echar pie atrás por observaciones ciudadanas. El titular (del proyecto) las acoge y dice que las va cumplir en un documento de buenas intenciones. No es posible que, si se quiere colocar un vertedero en un sector donde existan 4 vertederos alrededor y eso no valga para detener la ejecución de ese proyecto.

Y de las sanciones…

Los montos de las multas son insignificantes al lado de las ganancias que se generan por transgredir la ley. Entonces, yo transgredo la ley, pero las utilidades van a ser mucho mayores a las multas que me van a aplicar y es así de simple.

Si la institucionalidad ambiental no funciona ¿Han considerado pedir reparación en los tribunales de justicia?

A estado esa intención, pero para eso se requieren recursos, asesorías jurídicas que como comunidad no podemos solventar. Eso tiene sus costos, no tendríamos como pagar una asesoría jurídica de ese nivel. Sí, se ha conversado, ha habido intenciones, pero es una realidad que no se ha concretado.

¿Esperan algo de las últimas denuncias ingresadas?

No se trata de que no exista industria, sabemos que generan muchas fuentes de trabajo, pero acá, en Mocopulli, hemos ‘pagado el pato’, nos hemos convertido en el patio trasero de la zona industrial. Lamentablemente siguen ocurriendo situaciones y vemos como los vertederos siguen ingresando al Servicio de Evaluación Ambiental posibles reaperturas, y es lo que más nos genera preocupación, de seguir teniendo vertederos operando. Esperamos que no sea así y los organismos del medio ambiente estén del lado de la comunidad de este sector, así también las autoridades.

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