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FOGÓN CULTURALGUARDIÁN DEL MITO

Crónicas desde Concepción: Viajeras, mujeres, exploradoras

No pretendo compararme con las autoras que Ofqui Editores recoge en su último libro, tan bellamente concebido. Simplemente constato que el presente año está marcado por el movimiento entre distintas regiones y la vivencia de experiencias transitorias que, sin embargo, se van instalando en la memoria física y emocional como completando un mapa sentimental de Chile. Escribo estos breves párrafos desde Curicó, una ciudad que no conocía y que llevo caminando algunas horas con calma y buena disposición; en la mañana estuve en el Instituto Inglés con una veintena de jóvenes de tercero y cuarto medio muy interesados en la escritura como forma de conocimiento, luego, un almuerzo en el mercado municipal bastante bueno a pesar de que todo el local lo atendía sola la misma cocinera (una cazuela de verdad con el caldo caliente y las verduras justas); una visita a la Iglesia de la Merced y larga caminata por un parque que luce ¡una cascada! en plena ciudad. Quiero decir que se trata de un día único desplegado como para querer volver.

He andado por otros lugares también con el libro Mujeres Viajeras de paso por Chile, una elección no intencionada sino producto del suculento azar: la semana pasada me llegó el envío de Oriette Sandoval con este tesoro que he ido dosificando para que me dure un poco más. Así, mientras me encontraba con Educadoras de Junji e Integra en Valdivia, ya había recorrido con María Graham Valparaíso, Viña del Mar, Placilla, recorriendo no sólo con su mirada nuestras costumbres religiosas y celebratorias, sino también su experiencia del terremoto de 1822. Inés Pffeifer recorre las frías aguas del Estrecho de Magallanes con una mirada inquisitiva y abierta, busca palabras también para compartir el extraño acto de velorio de un angelito; Annie Brassey se queda en la memoria por su relato del incendio de un barco en medio del estrecho y su pasada por Chiloé, bastante teñidas sus palabras por la posición social que – por supuesto -prefiere el palacio Cousiño en Lota.

Sigo por la Ruta 5 Sur volviendo a Concepción que es nuestro puerto de reposo; partimos un poco a la deriva para seguir ampliando la impresión en torno a esta mórula que es la ciudad con sus varios poblados conurbanos y así, llegamos al puerto de Coronel, que nos pareció plano y oscuro. Como siempre, se trata de la carga con la que uno llega, las percepciones anteriores, los prejuicios incluso, a ver si le damos otra oportunidad. Mientras tanto, avanzo con Florence Dixie, tal vez la narradora más atrayente para mí por su audacia, su limpieza al recolectar imágenes, su vitalidad. No me gustó tanto Marianne North que parecía buscar todo lo que le recordara a su tierra como el mal turista y hace larguísimas descripciones de plantas que se habrían disfrutado más en ilustraciones.

Linares el fin de semana trajo un tórrido día de temperaturas de más de 25 grados y el obligado descanso en la Alameda con las señoras vendiendo mote con huesillo bajo refrescantes toldos. Encontrar una mesa se convirtió en un desafío. La cordillera nevada, la fumarola sobre el volcán Chillán y esa modorra que entra entre las tres y cinco de la tarde, nos puso en disposición para seguir leyendo a Annie S. Peck que nos ilustra sobre acontecimientos del norte de Chile con ferocidad y simpleza, hace juicios y opina con claridad. Me gusta eso, también su preocupación por dar cuenta de detalles como el precio de los hoteles, de las hortalizas, o de las entradas a un teatro, valiosos datos que muestran un ángulo de la vida cotidiana que – dudo – importaran a un viajero masculino. Agudo ojo para lo grande y lo pequeño.

Mañana volvemos a la carretera para ir hacia Talca a juntarnos con jóvenes en una lectura al aire libre, comiendo palomitas de maíz, escuchando poesía, conversando de estos días y los que vienen. Esperamos coronar la tarde con las últimas páginas del maravilloso libro de Ofqui Editores, la última voz promete: Katherine Routledge atravesando la Patagonia, puertos, cordilleras e islas de Chile.

MUJERES VIAJERAS DE PASO POR CHILE. 1822-1915

GRAHAM, MARIA / PFEIFFER, IDA / BRASSEY, ANNIE / DIXIE, FLORENCE / NORTH MARIANNE

Editorial OFQUI

Este libro recaba lo que históricamente se ha dicho acerca de la geografía que uno habita, por medio de las voces y la estela de impresiones narrativas que fueron dejando a su paso las mujeres que, desde otras latitudes, decidieron embarcarse en un tour du monde durante un periodo de casi un siglo de navegación: de 1822 a 1915. Es a partir de estos relatos de viaje que se construye este texto, el que funciona como un solo abanico de diferentes pliegues y distintos coloridos al seleccionar aquellos pasajes referidos a sus pasos por Chile, presentados por orden cronológico, según la fecha de sus itinerarios. A lo largo de estas páginas, las protagonistas nos conducen y muestran aquellos espacios comunes para nuestros oídos el arribo a los puertos de Arica, Valparaíso, Talcahuano, Lota y Punta Arenas, o su llegada a Santiago, o un simple deambular por calles, plazas, cementerios y mercados; el traslado a los pueblos del interior entre ramales, el cruce de valles, jornadas extenuantes a caballo, sorteando cordilleras y pampas—, para luego retornar al agua y, tras deslumbrarse con los intrincados fiordos de Patagonia, regresar a sus patrias. Este libro, en resumen, es un tejido que enhebra, en el registro de pluma de cada cual, viajes de distintas épocas y personalidades que, en el envés, denota tanto lo que se esperaba de ellas como lo que ellas querían proyectar de sí mismas a través de este sutil ejercicio de leer las maneras de ser en el mundo del «otro». Son voces intrépidas, refinadas, contestarias y valientes que, gracias a sus diarios, relatos e impresiones, nos permiten acompañarlas y, desde esa mirada extranjera, adentrarnos en esa condición de ser chilena o chileno en aquella época del forjamiento simbólico de aquello que llamamos nación.

El Guardián del Mito: Rosabetty Muñoz

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