Experiencias de lectura en diversos sectores ancuditanos: Poesía Vecina
A pesar de la extensa postergación por razones sanitarias, se han estado realizando encuentros con vecinos en algunos sectores de Ancud. Empezamos en la Población Inés de Bazán; seguimos con los vecinos de la Villa San Valentín, luego el sector rural de Caulín Bajo y en el Centro Comunitario de las Poblaciones Bellavista.
Este proyecto, financiado por el Ministerios de las Culturas, las Artes y el Patrimonio en su convocatoria 2020, se propone llevar la poesía chilena hacia distintos lugares de la comuna de Ancud de modo que no sea solo el centro de la ciudad la que concentre las posibilidades de compartir cultura, sino que las actividades circulen en los sitios donde suelan juntarse las personas para solucionar sus problemas, para pensar en su convivencia, para celebrar. Hemos conocido varias sedes de Juntas de Vecinos y se hace evidente cómo su vitalidad depende de dirigentes activos, solidarios, atentos. Destaco a la señora Martita González de San Valentín; Oscar Andrade de Inés de Bazán; Cristina Yevenes de Bellavista y, especialmente, a don Miguel Paredes de Caulín Bajo quién se había leído completa la antología de Poesía Chilena preparada para este proyecto y sabía cuáles quería leer en voz alta. Dicho libro es regalado a cada uno de los asistentes luego de compartir la lectura en círculos, como acercándose a la primera imagen del fogón que une en torno a las palabras. Hasta ahora, la experiencia muestra que llega una mayoría de mujeres, con sus niños o nietos a la convocatoria y se producen conversaciones similares: se quejan de la pérdida de densidad en las salas de clases, que ya no se enseña poesía, que ha desaparecido la literatura chilena de los libros y cuadernos. Es emocionante cómo se producen encuentros / intercambios entre generaciones. Mientras los muy mayores echan de menos la disciplina de antes, los más jóvenes leen desde sus pantallas de celular y comparten las novedades de autores prolíficos en las redes.
Tal como estaba concebida esta serie de actividades, las reuniones esperan ser un espacio amable, abierto donde cada poema vaya generando la atmósfera general y vaya despertando en los asistentes comentarios, asociaciones de ideas, recuerdos. No se trata de analizar textos ni hacer preguntas: mientras se toma café o té; jugos, se comparte un tiempo de gratuidad, sin otro fin que reconocer algunas voces mayores de nuestra lírica y también conocer nuevas propuestas. Leen en voz alta las personas que quieren hacerlo, pero también hemos contado con escritores ancuditanos que han compartido sus textos: Marlen Bórquez, Italo Berríos y Natalia Pérez González.
Los próximos encuentros están programados para los meses de noviembre y diciembre en las poblaciones Caracoles Histórico y Pudeto Bajo; los sectores rurales Catrumán, Huicha, Coñimó y Pupelde, para finalizar en una gran celebración en la Villa de Chacao en febrero de 2022 donde contaremos con la Banda Sendero Sonoro que encabeza el poeta Oscar Petrel. Compartimos un poema que eligió el niño Bayron de Caulín Bajo para compartir con los asistentes.
Rafael Rubio, 1975
La mesa
La mesa está esperando la comida
no vienen los eternos comensales
se está quedando sola y aburrida
mirando los oscuros ventanales.
Hay una sopa triste que se enfría
No hay rastros de la abuela ni señales
del padre o de la madre o de la tía
Del hijo no se sabe. Desleales
se fueron quizás dónde. Así es la vida.
La mesa mira sillas irreales.
Se está quedando sola y aburrida.
Mirando los oscuros ventanales.
El Gaurdián del Mito: Rosabetty Muñoz