FOGÓN CULTURALGUARDIÁN DEL MITO

Belleza del gesto constitucional

Cada vez más, con determinación, tomo mi malla cazadora de instantes para atrapar gestos desprovistos de cálculos, libres, espontáneos guiados sólo por el afecto.

Gestos necesarios para vivir en un mundo que parece traspasado por la oscuridad. Por ahí leí que el mal tiene buena publicidad y ha ido permeando todo el espacio de la realidad. Basta abrir los ojos y los sentidos un día cualquiera, leer los titulares de los periódicos; ver las propagandas televisivas; escuchar una discusión en la calle…la violencia nos parece tan natural, incluso se la considera liberadora. A veces uno se levanta sonriendo, con ganas de apreciar cada minuto y basta ver a una señora canosa escupiendo en la vereda de todos o a un joven hablando con grosería a la polola que lleva de la mano para que se nos agríe el ánimo. Simplemente salir de la casa y ver cómo crecen los ¿micro? basurales; tener que arrinconarse en las veredas por el amenazador tránsito de vehículos cuyos conductores están lejos de pensar en que las aceras son de todos y que hay reglas para convivir.

Hay días en que nos asiste una sensación de absurdo, especialmente a quienes trabajamos en  educación, pienso, porque el eje de la enseñanza es una estructura que tiene muy mala publicidad: aspirar al bien y la belleza; creer que el conocimiento nos hace ser mejores. Y entender por ser mejores, no alcanzar el éxito o el dinero, sino desarrollar las cualidades superiores del espíritu.

Pero sabemos que la voluntad mueve montañas, así es que volvemos a caminar mirando el cielo límpido y oliendo un aire fresco.

Entre la maraña de acontecimientos de estos días, el esfuerzo es separar “la paja del trigo” y mantenerse apasionado con la posibilidad del sueño colectivo que es la Convención Constituyente. Las 155 personas elegidas para sentarse a la mesa y conversar acerca del Chile que soñamos son, como nosotros, imperfectos. A mí me parece una buena foto de familia, en el sentido de que están representados nuestros deseos, nuestros males, las deformaciones que el sistema ha ido modelando en muchos, antiguos resentimientos, sectores que están dispuestos a todo para no perder privilegios. La trama compleja de nuestra sociedad que tiene el mandato de tomar el ovillo enredado y elaborar un tejido con él.

Así, entre los breves instantes luminosos, se destaca esta posibilidad demasiado valiosa como para hacerla fracasar. La elaboración de la nueva constitución es un gesto mayor que demanda una disposición abierta, una lectura atenta a las señales del medio, una decidida defensa frente a los ataques continuos; no abandonar a los constituyentes en esta misión que nos importa a todos.

Hay poesía que nos aporta lucidez, claridad, hondura. Hay poesía necesaria para estos días.

EL SECRETO TIEMPO DE LAS COSAS

Algo late en los bordes del sustantivo. Algo como una bomba, en cuclillas, esperando a que el azar gatille su inocencia.

Así es como pasa el cerdo su jornada, indiferente a la artesa que le será fatal, asumiendo su estar en este mundo nada más para ser destazado por quienes le miman.

Pero una noche, asistido en rebelión, destapando el perol de la olla en que le hierven, saltará su cabeza – enloquecida por la proximidad de la cena- para destrozar con viril dentellada el pescuezo de los distinguidos comensales.

(c) Clemente Riedemann, en Bestiario Isleño, del libroIsla del Rey, 2003.

El Guardián del Mito: Rosabetty Muñoz

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