Verónica Mühr Munchmeyer, pintora y escultora
Textos de Carlos Trujillo.
Describe brevemente lo que es y lo que ha sido tu trabajo como pintora y escultora lo largo de los años.
Mi trabajo creativo ha tenido relación con varias áreas, la escultura que en un principio estudié formalmente, la pintura, el dibujo y el bordado además de la pedagogía en arte que he ejercido por años.
Todas estas formas de trabajo, incluida la pedagogía, han exigido de mi creatividad y se han ido topando a lo largo de los años.
La gran temática en mi trabajo personal ha sido el ser humano y su capacidad de mutar, de transformarse.
Cuenta cómo te iniciaste en el arte y cómo empezó a gustarte.
Los materiales para expresarse plásticamente llamaron siempre mi atención: las témperas, los lápices de colores, los papeles, una hoja blanca, las manchas que dejan las tintas, etc.
Como experiencia concreta, dejaron huella los murales sorprendentes que realizaban las brigadas en dictadura. Los veía por la ventana de la micro cuando iba al colegio en la mañana llenos de color y mensajes; al volver en la noche reconocía los muros encalados, blancos, sin huella alguna de lo que hubo. Me marcó profundamente el poder y la fuerza de la imagen que a la rápida debía descifrar porque sabíamos que iba a desaparecer; me di cuenta de que era una herramienta para expresar.
¿De qué manera ha afectado la pandemia tu vida normal y tu trabajo creativo?
La pandemia fue para mí un quiebre en la rutina de años. Debo reconocer, con vergüenza, que fue un regalo. Digo con vergüenza porque para otras muchas personas ha sido doloroso, terrible.
Vivir ocho meses sola fue una oportunidad, tuve tiempo de ver crecer una planta, de reconocer la cantidad de seres que habitan en el jardín, aprendí a relacionarme con mis alumnos, hijo y amigos de otra forma; volví a ser yo misma en muchos aspectos.
Mi trabajo creativo tuvo un impulso poderoso los primeros meses (seguramente el arrebato de disponer de un horario diferente) para luego encontrar un ritmo mucho más relajado de trabajo y de carácter experimental.
Describe cómo son tus días en este tiempo de coronavirus. ¿Pintas? ¿Dibujas? ¿Esculpes? ¿Te comunicas con otros pintores, escultores o artistas gráficos?
En comunidades pequeñas como Ancud, las personas que hacen arte no son tantas y pertenecen a distintas áreas como fotógrafos, escritores, escultores etc. A algunos de ellos los conozco y mantenemos una buena amistad y comunicación que siempre enriquece el quehacer creativo.
El día a día en pandemia estuvo en buena parte dedicado a lo experimental, teñido con hojas sobre telas reutilizadas, bordado y collage con fieltro, dibujo sobre género, etc.
¿Crees que cambiará algo el ambiente y el desarrollo de la actividad artística en Chiloé cuando volvamos a la normalidad? ¿De qué manera?
Una experiencia como la que hemos vivido necesariamente deja huella y oxigena la creatividad. Iniciativas como estas entrevistas o las actividades que obligan a reconocer a los pares.
Probablemente exista una mayor disposición a comunicar y generar eventos creativos en diversos ámbitos.
¿Cuáles son tus pintores/as y escultores/as favoritos/as? ¿Por qué?
Cada época tiene lo suyo, cada cultura se expresa maravillosamente y siempre hay algo que emociona, pero de los preferidos que saltan a mi memoria están el Greco y Chagall, siendo de épocas tan diferentes llaman mi atención por su sentido del color y movimiento.También me motivan mucho Bansky con su muralismo clandestino e incisivo.
De lo reciente, las intervenciones en el edificio de la Telefónica en Santiago con palabras como “Hambre” o “Humanidad” que sintetizan los momentos duros que deben enfrentar miles de personas.
El Arte en Tiempo de Pandemia: Dr. Carlos Trujillo