ARTE EN PANDEMIAFOGÓN CULTURAL

Pájaros Kiltros

Textos de Carlos Trujillo.

Describan brevemente lo que es y ha sido su trabajo en la música.

Pájaros Kiltros es nuestro nido de despliegue creativo desde el año 2013-14. Comenzamos haciendo canciones en violín y acordeón diatónico, dúo preciso para tocar en calles y plazas. Así viajamos por algunos lugares de Chile, luego Argentina, Bolivia y Perú…, y siempre nuestra música actuaba como una llave que abría puertas en cada lugar al que llegábamos, la gente se nos acercaba y nos ofrecía su amistad, y nosotres como buenos kiltros la aceptábamos con gusto. Mas, como aves migratorias que somos, pronto seguíamos vuelo hacia nuevos destinos… En estas travesías ofrecíamos un disco artesanal llamado Callejero que hoy atesoramos como esos dibujos que una guarda de niña.

El año 2018 nos instalamos en Castro y fue el momento de echar raíces y sumergirnos en el mundo de la creación en estudio e hicimos dos obras con una nueva sonoridad que incluye instrumentos acústicos y electrónicos, Universo Humane (danza aérea) y Dragona de Agua y Viento (álbum), inspiradas en todas las experiencias vividas durante los viajes que hicimos.

El 2020 lanzamos nuestro último trabajo: Simbiosis. Un retorno a la dupla original de violín y acordeón diatónico para representar una simbiosis sonora, combinando texturas y ritmos de estos instrumentos tan típicos del territorio insular, pero con nuevos aires y colores en composiciones modernas y experimentales que reúnen a todos los seres del mundo fantástico de Pájaros Kiltros.

Actualmente estamos trabajando en nuestra primera producción de videoclip junto a un equipo interdisciplinario de artistas de Chiloé, el cual se estrenará a mediados de 2021.

Cuenten cómo se iniciaron en la música, cuándo y cómo empezó a gustarles.

Saruy: comencé a estudiar violín a los 6 años con Humberto Águila, en Concepción. Siempre participé en encuentros de orquestas infantiles y juveniles y a los 16 años ingresé al Conservatorio de la U. Mayor y luego a la U. Católica. En Santiago se abrió la posibilidad de tocar con otras agrupaciones de otros estilos y en otras disciplinas, lo que me llevó a crear y participar en músicas para teatro, circo, danza y bandas experimentales. He viajado mucho gracias a la música y eso para mí también es una escuela trascendental. Cuando vivimos en Argentina (2015) con Pájaros Kiltros nos compramos la primera tarjeta de sonido y dos micrófonos, y se nos abrió un mundo a la composición por medio de la grabación y la producción musical. Desde ese año hasta ahora he aprendido mucho sobre grabación y mezcla y he tenido la oportunidad de grabar y mezclar varios proyectos musicales bajo el nombre de Alsino Estudio.

Millaray: fui una niña muy curiosa con la música. Siempre me gustó aprender canciones. Un día vi la película Fantasía y me la repetía a diario, era una pequeña melómana. Pero empezó a gustarme con obsesión cuando tuve la experiencia de tocar guitarra eléctrica en una banda escolar. Desde entonces, no paré de participar en grupos y empecé a crear. En la universidad estudié composición musical, lo que me dio un amplio conocimiento teórico desde la música docta, que ha influenciado mi forma de crear y componer en la escena popular. He sido parte de variados proyectos musicales e interdisciplinarios, entonces descubrí que también me gusta mucho la gestión. El acordeón diatónico lo aprendí de manera autodidacta cuando descubrí que es mi instrumento, al tocarlo por primera vez 10 años atrás. Fue un amor a primera vista.

¿De qué manera ha afectado la pandemia su vida y su trabajo con la música?

Cuando todo esto comenzó pasamos un poco de susto pues suponíamos que no íbamos a poder trabajar. Sin embargo, rápidamente articulamos redes de apoyo para sostener vivo el oficio musical y hemos logrado gestionar diversos trabajos, tanto en el área de la enseñanza musical como en realizar conciertos online y redes de gestión y difusión de manera virtual. Cuando llegó la pandemia, junto a Caro Guttmann, hicimos una encuesta para constatar cómo estaba viéndose afectado el sector musical y eso nos ayudó a visibilizarnos tanto entre nosotros, los músicos, y los sectores institucionales. Así pudimos gestionar conciertos grabados en el Centro Cultural de Castro y conseguir financiamiento para realizar festivales online. Pero nuestro trabajo no puede ser virtual para siempre. Nos llama la atención que hay ciertas cosas que parecen ilógicas como el hecho de que teatros y salas de concierto no tengan permiso para abrir; sin embargo, otros espacio de consumo y público masivo están abiertos y siendo usados con las medidas sanitarias que se podrían aplicar en un teatro para que público y artistas volvamos a encontrarnos.

Describan cómo son sus días en este tiempo del coronavirus. ¿Tocan? ¿Ensayan? ¿Se comunican con otros músicos?

Como Pájaros Kiltros tocamos y ensayamos, aunque con menor frecuencia que antes, pues hemos dedicado más tiempo a la creación en otros proyectos, como radioteatros, obras de danza y festivales online. Sin embargo, la herramienta internet nos permitió participar en el Festival Internacional del Acordeón, en un showcase de Groovelist, en La Golosa TV y algunas entrevistas de radios online. Nuestra actividad musical en este que pasó fue tan abundante como en años anteriores. De alguna manera no se vio mermada por la situación global. Incluso la comunicación con otros músicos se ha fortalecido y ha sido fundamental para desarrollar todas estas actividades.

¿Creen que cambiará algo el ambiente y el desarrollo de la actividad musical en Chiloé cuando volvamos a la normalidad?

Siempre todo se transforma y estos hitos han marcado una profunda huella en el camino de los trabajadores de la música. Ahora nos manejamos mejor con las redes sociales y las plataformas digitales. Eso es bueno. Sin embargo, como músicos,  necesitamos la retroalimentación humana para así darlo todo. En general, lo que más nos gusta es el encuentro y tocar con más músicos y en nuevos lugares, ya sea una jam para improvisar o un concierto súper ensayado. Lo que nos emociona es tocar. Mas, gracias a los conciertos online nos han podido escuchar familiares y amigues que se encuentran lejos y han sentido el afecto de nuestra música. Eso es bueno.

No sabemos de qué manera cambiará la actividad musical, tendremos que vivirlo para contarlo. Sin embargo, podría ser interesante que los conciertos del futuro vuelvan a ser con público en vivo, masivo e íntimo y también en streaming para expandir la llegada de la música a quienes quieren oírla. Eso vuelve más inclusiva la música,  aunque nada reemplaza el ver en vivo a un artista que te gusta. Las ganas de que llegue ese momento se están incrementando y cuando esto suceda se apreciará más que antes.

¿Qué música escuchan y a qué compositores, cantantes o grupos aconsejarían escuchar en estos días?

Hay 3 dj’s en nuestra casa que eligen la música de cada día. Los discos que más escuchamos son: «Esto es sólo una Canción» de Joe Vasconcellos, «Headroom» de Men I Trust, «El Mal Querer» de Rosalía, Sophie Cavez y Baltazar Montanaro  (dúo europeo de acordeón y violín), Canticuénticos (todos sus discos son buenos), «La Fuente de la Juventud» de Gustavo Pena, «Presencia» de Danit, «En el Borde de la Noche» de Camila y Silvio, «Reversa» de Sube.

Artistas varios: Miel Gabriela, Khruangbin, Pink Floyd, Radiohead, Silvio Rodríguez, Los Jaivas. Y música clásica: Beethoven, Debussy, Ravel, Bartok, Tchaikovsky, Philip Glass.

Podríamos seguir nombrando pero esto ha sido lo más escuchado en nuestro 2020.

Si tienen canciones compuestas por ustedes, elijan una.

La mayoría de nuestras canciones son instrumentales. Las melodías hablan y cuentan historias. Sin embargo, hay una con letra que se llama «Salta Gira» y aparece en «Dragona de Agua y Viento». Habla de esa dualidad que habitamos, de ser introspectivos y extrovertidos, nos volvemos hacia dentro y hacia afuera, experimentamos emociones contrapuestas, tenemos la capacidad de caer y levantarnos, de crear, romper y volver a crear…, de hallar en el juego la libertad de ser. 

SALTA  GIRA

«Esa extraña mezcla entre caracol y estrella

Esa extraña mezcla entre caracol y estrella

Entre llanto y risa

Entre agua y brisa

Salta, gira, cae y vuelve a girar

Baila, ríe, canta y vuelve a bailar

Salta, gira, cae y vuelve a girar

Juega, rompe, crea y vuelve a jugar

Salta, gira, cae y vuelve a girar

Canta, grita, baila y vuelve a gritar.

El Arte en Tiempo de Pandemia: Dr. Carlos Trujillo

Leer la noticia completa

Sigue leyendo El Insular

Botón volver arriba
error: Contenido protegido