ARTE EN PANDEMIAFOGÓN CULTURAL

Freddy Gallardo – Humor y canto campesino

Textos de Carlos Trujillo.

Describe brevemente lo que es y lo que ha sido tu trabajo como humorista y folklorista.

Mi trabajo como personaje del folclore costumbrista ha sido intenso y extenso, tanto así que con «Colivoro» cumpliré 40 años de trayectoria, precisamente este verano 2021. Ha sido un bagaje de experiencias increíble,,de conocer cientos de lugares, grandes escenarios, programas de televisión, pequeñas reuniones familiares y comunitarias, eventos de empresas e instituciones, diversos casinos del país, y compartir con muchos grandes artistas y reconocidos grupos nacionales e internacionales, algunos de ellos de alcance latinoamericano y mundial, siendo parte de las mismas parrillas donde ellos están. En la parte más íntima, mi idea siempre fue y sigue siendo hacerle la vida a la gente un poquito más feliz, a través de la música y el humor sano, con picardía e ingenio

¿Cómo llegaste al folklore y al humor de corte tradicional? ¿Cuándo y cómo empezaste a tomarles el gusto?

Mi llegada al mundo de humor costumbrista fue en paralelo con mi recalada en el folclore, allá por los inicios de los años 80’, cuando llega a Quellón el gran Amador Cárdenas con la misión encomendada por el municipio de la época, de trabajar con la juventud de ese entonces, en un proyecto de rescatar y cultivar el folclore de Chiloé, lo cual originó gran participación de una camada de talentosos jóvenes, quienes dieron origen al Conjunto Folclórico “Llauquil” de Quellón, con quienes, siendo integrante fundador, recorrimos el país de Arica a Punta Arenas y el sur argentino, y con el cual  asistí a los más importantes festivales folclóricos de Chile, participamos de varios connotados programas de televisión abierta de esos años, grabamos una serie de trabajos discográficos en formato cassette y posteriormente CD; en primera instancia con el sello CBS y, posteriormente, con el Sello Sony Music.

¿De qué manera ha afectado la pandemia tu vida normal y tu trabajo artístico?

Bueno, la pandemia nos ha afectado a todos de una u otra manera y, a los artistas, de manera muy dura, sobretodo a aquellos que viven de su arte en distintas expresiones y, en el caso de los cantores y agrupaciones, al no poder realizar sus actuaciones en vivo. En mi caso, como no dependo únicamente de ese quehacer, ha sido más llevadero, pero no menos duro y crítico en lo emocional. También hay que decir que muchos artistas aprovecharon este “¡párele!” para crear y componer y, quizás ésa ha sido la cara amigable de este tiempo tan complicado para la humanidad.

Describe cómo son tus días en este tiempo de coronavirus. ¿Tocas? ¿Cantas? ¿Ensayas? ¿Preparas un nuevo repertorio de chistes e historias?

Bueno, mis días en pandemia han sido de mucho hogar, de compartir con mis hijas y el resto de mi familia, solidarizar con gente en carencias de primera necesidad y más profundas, concretar esas pequeñas cosas que se van quedando pendientes, salidas de pesca recreativa y marisca, retomar mi afición por las letras, escribiendo cosas en las redes sociales para la gente que me sigue y que han tenido mucha aceptación. Y lo más importante es que he disfrutado a concho de mi nieto Maximiliano, que es mi “colibrí» de dos años, que es un regalo de Dios en medio de grandes dolores que me han sacudido en los últimos años.

¿Crees que cambiará algo el ambiente y el desarrollo de la actividad artística en Chiloé cuando volvamos a la normalidad? ¿De qué manera?

Sin duda que esta pandemia cambiará muchas cosas en el ambiente y desarrollo del quehacer artístico, partiendo porque no sabemos la respuesta que tendrá el público, con respecto de los eventos que se pudiesen reabrir con un eventual regreso a la “normalidad”. Por otra parte, creo que deberíamos, a partir de esta dolorosa experiencia que estamos viviendo, aprender a tener conductas más responsables  y mantener el autocuidado como una medida permanente, como asimismo las entidades que organizan actividades tendrán que poner mayor celo profesional en las medidas sanitarias, de atención a las personas, de orden y seguridad en espacios compartidos y preocuparse de otros aspectos deficitarios del bienestar colectivo que esta pandemia ha dejado en evidencia.

¿Qué música escuchas? ¿Cuáles son tus humoristas favoritos? ¿De dónde sacas o, más bien, cómo creas tus tan simpáticas historias?

Me gusta escuchar música variada, rock latino, bandas de culto como Credence, The Rolling Stones, Elvis Presley, artistas más jóvenes como Michael Bublé; otros más latinos como el grupo Maná, Marc Antonhy, y todo lo que sea folclore (de Chiloé, chileno y latinoamericano), aunque debo confesar que soy seguidor de muchos artistas del folclore argentino, que son unos monstruos, y su amor por su país, sus tradiciones, su nacionalismo, su respeto por sus artistas más experimentados es algo que me conmueve, que me emociona, y por eso ellos son mi debilidad. Entre los humoristas no tengo referentes, aunque Luis Landriscina, un comediante y cuentacuentos argentino, es extraordinario poder verlo y escucharlo. Lo mío es autodidacta, un trabajo de recopilación, de búsqueda, de retroalimentación con el público; de mucha improvisación y de saber adecuar algo que me parece gracioso para poder llevarlo a un escenario. Ésa es y ha sido la clave para mantenerme activo y vigente por tantos años y, por cierto, estar acompañado por grandes músicos que son amigos de toda la vida como Pedro Roa, Carlos Chiguay Cárcamo, Carlos Chiguay  Millalonco Alberto Contreras , Hugo Antipani y hacer comparsa con Ramón Agüero Villacen (Aguero Manquemilla), que es mi compañero de aventuras por más de 30 años y, con quien hemos caminado exitosamente llevando alegría, entretención, esperanza, identidad y cultura popular por 25 años con el grupo “Colivoro, Agüero Manquemilla y Los de la Isla» a cientos de lugares de nuestro país y de algunos países vecinos.

Si tienes canciones compuestas por ti, elige una.

El grupo como tal no tiene canciones propias porque aquello no es nuestra línea ni nuestro sello. Por eso, interpretamos canciones de distintos autores del folclore tradicional de Chiloé y del país, como igualmente hacemos algunos temas del folclore huilliche como una forma de poner en valor ese aspecto cultural de nuestra isla que es menos conocido, pero de una gran riqueza musical y patrimonial. Por mi parte, estoy escribiendo algunas letras que entregué a artistas populares locales y que espero que pronto puedan ver la luz para que el público las conozca y las escuche.

El Arte en Tiempo de Pandemia: Dr. Carlos Trujillo

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